Japón urge a G7 desarme nuclear en aniversario de bomba de Hiroshima
En la conmemoración del 78 aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima, el alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, instó a los líderes mundiales a reconsiderar el rol de las armas nucleares en las políticas de persuasión internacional.
Durante su declaraciónanual en el Parque Conmemorativo de la Paz, Matsui enfatizó que «las amenazas nucleares que ahora expresan ciertos formuladores de políticas revelan la locura de la teoría de la disuasión nuclear«.
Además, el alcalde remarcó la urgente necesidad de tomar medidas concretas «para llevarnos de un presente peligroso hacia un mundo ideal«. Sus palabras no solo resonaron en el parque, sino que cobraron relevancia internacional, teniendo en cuenta la visita histórica que los líderes del G7 hicieron al museo y al parque el pasado mayo.
Matsui elogió esa visita y expresó su esperanza de que sirviera como un recordatorio de los horrores de la guerra nuclear. No obstante, también reconoció que había quienes criticaban la visita de los líderes del Grupo, pues consideraban sus gestos y declaración «insuficientes» para promover una auténtica desnuclearización.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, que también asistió al evento, coincidió con Matsui en la necesidad de revitalizar el impulso internacional hacia un mundo sin armas nucleares. Para Kishida, el «camino hacia el desarme nuclear se ha vuelto más peligroso debido a la profundización de las divisiones internacionales y las amenazas nucleares de Rusia«.
El alcalde expresó el anhelo de los supervivientes, conocidos como hibakusha, de que Japón sirva como puente de reconciliación entre potencias nucleares y no nucleares. Además, Matsui sugirió que Japón debería unirse al tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, un acuerdo que entró en vigor en 2021.
Esta propuesta plantea un desafío político para Japón, ya que adherirse a este acuerdo implicaría renunciar a la protección nuclear brindada por los Estados Unidos. Un dilema que pone en evidencia la complejidad de las políticas nucleares actuales.
La ceremonia también incluyó un momento de reflexión cuando, a las 8:15 de la mañana, la hora exacta en que la bomba atómica fue lanzada en 1945, se guardó un minuto de silencio. En ese momento, una campana de la paz resonó en Hiroshima, un sonido que sirve como un recordatorio sombrío de los costos humanos de la guerra.
Este ataque, llevado a cabo por el bombardero B-29 Enola Gay de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, se mantiene como el primer uso en combate de una bomba atómica en la historia. La bomba, llamada Little Boy, provocó la muerte inmediata de unas 80 mil personas, en su mayoría civiles. En los años siguientes, el número de víctimas mortales aumentó a más del doble debido a las heridas y enfermedades relacionadas.
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