“Indignante, escala de incursión israelí”
Staff | Agencia Reforma
Ciudad de México. La incursión militar israelí en el campamento de refugiados de Jenin, en Cisjordania, bloqueó el acceso de personal médico a la zona para atender a los heridos, denunció la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).
Gases lacrimógenos incluso alcanzaron uno de los hospitales en los que se encontraban trabajando, dijo Pedro Serrano, médico de urgencias de MSF en Palestina.
«Además de matar y herir a personas, el ataque también ha afectado a las estructuras sanitarias y ha obstaculizado la respuesta médica a la emergencia», narró el mexicano en un audio compartido por la organización.
«Varios botes de gas cayeron en el patio del hospital Khalil Suleiman, donde el personal de MSF llevaba atendiendo a pacientes con heridas de bala desde las 2:00 de la madrugada del lunes».
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Israel lanzó el lunes la mayor incursión militar en Cisjordania desde hace dos décadas, y con la cual, presuntamente, buscaban neutralizar infraestructura terrorista. Hasta el pasado lunes, luego de que las tropas se retiraran, se reportaban 12 fallecidos, de los cuales tres, presuntamente, eran menores, y 100 heridos.
El operativo contó con un inusual uso de drones para apoyar a las más de mil tropas en el terreno. Siguió a otra redada en el mismo campamento en junio, que dejó, al menos, seis palestinos fallecidos.
Situado en el norte de Cisjordania ocupada, el campo de refugiados de Jenin acoge a unos 18 mil habitantes en una superficie de 0.43 kilómetros cuadrados, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (UNRWA).
A decir de Serrano, las incursiones de Israel en el campo de refugiados de Jenin son cada vez más frecuentes y han empezado a seguir un patrón familiar.
«Las ambulancias han sido embestidas por vehículos blindados, se ha negado sistemáticamente la entrada y salida del campo a pacientes y personal sanitario», describió.
Además, dijo, el uso de helicópteros de ataque y de drones en una zona tan densamente poblada representó un marcado aumento en la intensidad, y es indignante.
«Las excavadoras militares han destruido múltiples carreteras que conducen al campo de refugiados, despojándolas de pavimento y haciendo casi imposible el alcance de las ambulancias a los pacientes», expuso.
«Durante la incursión, los paramédicos palestinos se han visto obligados a avanzar a pie en una zona con disparos y ataques de drones. Todas las carreteras que conducen al campo han permanecido bloqueadas mientras ha durado la operación militar».
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De acuerdo con Serrano, hasta el lunes por la mañana habían recibido 55 lesionados, varios con herida de bala en la cabeza.
La incursión del 3 de julio elevó a 48 la cifra de muertos durante las operaciones de las fuerzas israelíes en Jenin en lo que va del año, según MSF, que está presente en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1989, y, actualmente, lleva a cabo operaciones humanitarias en Jenin, Nablús, Hebrón y Gaza.
Advierten desastre
Las tropas israelíes empezaron a retirarse de Jenin. El Ejército informó que en el operativo bombardeó un «centro de operaciones conjuntas» que, aseguró, sirve como punto de comando de la «Brigada Jenin«, un grupo militante local.
También alcanzó cuatro «talleres de fabricación de explosivos».
En cuanto a bajas, el Ejército informó de la muerte de un soldado.
En tanto, el alcalde de Jenin, Nidal Abu Saleh, estimó que el campo de refugiados se enfrenta a una situación desastrosa, con cortes de agua y electricidad.
Los enfrentamientos provocaron el lunes por la noche el éxodo de alrededor de 3 mil habitantes del campamento.
El lunes, un ataque perpetrado con un vehículo causó siete heridos en la ciudad israelí de Tel Aviv. El autor del atropello, un palestino habitante de Cisjordania, apuñaló también a varios transeúntes.